Ayer tuvo lugar la tercera charla del curso dentro del programa Escuela de padres. La psicóloga Alejandra García Pueyo nos habló de la Disciplina Positiva, cuyo origen se remonta a 1920, cuando el psiquiatra infantil Adler propuso educar en la firmeza y la amabilidad a la vez. Después, Dreikurs añadió la necesidad de pertenencia de los niños como otro factor fundamental en la educación. En los años 80 Jane Nelsen sistematizó y experimentó esta metodología. Hoy podemos conocer sus propuestas en su libro Cómo educar con firmeza y cariño.
Desde esta metodología, se pretende formar a los padres para que mejore la conducta de los niños, dándonos hasta 52 herramientas para afrontar el día a día. Para ello organizan talleres para padres. Algunas pautas concretas son:
Desde esta metodología, se pretende formar a los padres para que mejore la conducta de los niños, dándonos hasta 52 herramientas para afrontar el día a día. Para ello organizan talleres para padres. Algunas pautas concretas son:
- Los niños necesitan que les dediquemos tiempo exclusivo (en el que no estemos haciendo otras tareas como limpiar, cocinar...), cariño, apoyo (especialmente en los fracasos), autonomía personal, sensación de pertenencia a la familia y de importancia, aprender habilidades sociales y seguridad.
- Es bueno dejarles que hagan cosas por sí mismos para que sean cada vez más autónomos, y permitir que nos ayuden a hacer tareas en casa como cocinar (con objetos no peligrosos), poner la mesa, recoger, reparaciones...
- Es mejor evitar premios, castigos y el rincón de pensar.
- En lugar de estas estrategias, proponen herramientas como la "conexión" con el niño, es decir, ponerse al nivel del niño física y emocionalmente (con frases como "Entiendo lo que sientes"). Otras herramientas son: pedirle un abrazo y esperar a que él quiera, distraerlo con otro tema o juego, preguntarle en lugar de darle órdenes (para que se ponga el abrigo, preguntarle "¿Qué necesitas para salir a la calle y no pasar frío?).
- Cuando un niño ha hecho algo mal, buscaremos una solución concreta para reparar el daño (por ejemplo, el niño limpia lo que ha manchado con nuestra ayuda).
- Si nosotros estamos enfadados, es mejor que primero nos calmemos antes de decirle nada al niño y gritarle. De este modo, le enseñaremos autocontrol.
- Para afrontar los enfados de toda la familia, proponen un "Tiempo fuera positivo", que consiste en elegir en casa un espacio de calma para quien lo necesite; lo podemos decorar y ponerle un nombre especial. Cuando veamos al niño enfadado, podemos ofrecerle ese espacio, pero no obligarlo a ir.
Podéis consultar la página psicologiainfantilzaragoza.com para ampliar la información.
La próxima charla, "Riesgos en Internet", será el 25 de mayo a las 15:00.
1 comentario:
Unas pautas muy interesantes
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