- A través del elogio, los hijos aprenden a reconocer lo que tiene un valor especial, aquello que han hecho de lo que pueden sentirse orgullosos, aprenden a elogiarse a sí mismos y a reconocer y valorar sus propios esfuerzos y talentos.
- Conviene evitar la utilización del elogio mezclado con la crítica al recordar fracasos anteriores: "Lo hiciste por los pelos".
- Debemos decir con frecuencia que los queremos y que confiamos en ellos.
- Cuando hagas críticas dirígete a sus comportamientos inadecuados ("Te has equivocado al hacer eso"), más que a su persona ("Eres un desastre"), no generalices y realiza un planteamiento positivo, señalando las conductas correctas que le pides para las próximas ocasiones ("Me gustaría que a partir de ahora...").
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