Hablamos de Acoso Escolar o
Bullying cuando uno o más alumnos/as insultan, difaman, amenazan, chantajean,
difunden rumores, pegan, roban, rompen cosas, ignoran o aíslan a otros/as
de manera sistemática o prolongada en el tiempo.
Estas situaciones se pueden dar
dentro del propio centro escolar (recreos, cambios de clase, aula, pasillos,
baños…) y/o fuera del mismo (en la entrada o salida o de camino a casa). También pueden ocurrir que este acoso se de a través de medios
telemáticos (correo electrónico, mensajes a través del móvil o Redes Sociales).
Los implicados en estas situaciones
son los AGRESORES, las VÍCTIMAS y los ESPECTADORES y cada uno de ellos
desempeña un papel muy importante a la hora de provocar y/o mantener una
situación de Bullying.
Como padres, debemos estar atentos a las señales que podrían indicar que nuestro hijo sufre acoso:
- Está más triste y vulnerable.
- Falta a menudo a clase.
- Se relaciona menos con los compañeros.
- Puede presentar marcas, rasguños.
- A menudo le desaparecen sus cosas.
- Hay cambios de actitud y de conducta (más introvertido, menos participativo, baja el rendimiento, etc.).
¿Qué podemos hacer si sospechamos que nuestro hijo sufre acoso?
- Informar al Centro: Tutor-Jefatura de Estudios- Dirección- AMPA.
- Tener una actitud conciliadora y de colaboración con el centro.
- Si tras todos estos pasos con el centro escolar, la situación continúa, dirigíos a la Inspección Educativa.
- Ante lesiones físicas, acudid al médico para que éste redacte el correspondiente parte de lesiones que podréis adjuntar en caso de denuncia.
1 comentario:
Gracias, genial el resumen.
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